domingo, 15 de abril de 2012

Desnudar el agua

Tiene un don. No sé cómo lo hace pero lo consigue. Construye imperios con esa cabecita loca que dios le dio. Admiro su valentía. La he visto levantarse con cuarenta de fiebre. Tambalearse con la cara gris, pero permanecer de pie y sin perder la sonrisa. Paciencia infinita en cada gesto, en cada situación, con su niña. Hasta conmigo. Es la reina del despiste. Puede preguntar dónde dejó el móvil a la persona que está hablando pegada a la oreja. Pero así me gusta mi amiga, dulce y serena. De tal manera que maquilla a la perfección su faceta macarra y traviesa. Muy pocos la conocen. Me considero afortunada. Mi maestra de maestras. Mi hombro y mi almohada. Y la que mejor me riñe también. No sé cómo lo hizo pero lo hizo. Construyó un imperio en mi corazón y ahí se instaló a vivir. Y ahora me toca a mí, dejar constancia de esa mudanza ocupa. Yo no sé construir imperios, me conformo con ser su agenda electrónica para esa cabecita loca suya. Si alguna vez le serví de bastón en sus momentos de tambaleos grises, me daré con un canto en los dientes. Es lo que menos podría hacer. Porque así me gusta mi amiga. Especial y única. Con sus rabietas y desaires. Con sus abrazos y sus besos. Nunca palmaditas en la espalda. No es su estilo. Ella pilló el punto muerto conmigo. O soy muy transparente y predecible o es capaz de leer las mentes, las almas. Por eso estoy tranquila, aunque no le diga muy a menudo que la quiero. Tiene un don. No sé cómo lo hace pero consigue desnudar el agua.

2 comentarios:

  1. Te admiro darling!!sigue así...ven pronto...

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    1. Muchas gracias pequeña!!!! Tu apoyo me hace crecer.. te quiero mucho.

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