lunes, 30 de mayo de 2011

Aceitunas verdes

La aceituna rodó verde por el suelo de la cocina. Llegó hasta una esquina y ahí se quedó, agazapada y temblando. Lejos de sus compañeras del plato de aperitivo. Esperó muy quieta a que vinieran a buscarla. No fue nadie. La aceituna verde dejó de temblar y se percató que a su lado había una bolita negra con lágrimas secas. Y la aceituna le preguntó:
— ¿Tú también caíste del plato de aperitivo?
La bolita negra se encogió de hombros.
—Me caí.
—Pero… ¿Tú no eres una aceituna?
La bolita negra volvió a encogerse de hombros.
—Era una cereza roja.

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